dimecres, 14 de setembre del 2011

Que nos vamos a pelear por la ducha!!

Riiiiiiiiiiing...!
-Vecina al habla, ¿quién es?
-Hola vecina, soy yo, la de siempre.
-Anda, tu otra vez...y ¿qué me cuentas?

-Mira, que cuando estaba tan lacia, me quedaba durmiendo en la cama mientras que tú te levantabas para aviarte e ir al trabajo y claro, vecina, tú ibas a tu ritmo.
-Sí, estabas hastiada y lacia. ¿Pero qué dices tú ahora? Que no me podré levantar, ponerme en la duchita, quitarme la legañita a mi ritmo?
-Bueno, ya veremos, es que el lunes yo también voy a ir al trabajo y me despertaré a la misma hora que tú, y me pondré en la duchita a la misma hora que tú...Ves? ya no estoy tan lacia, que mal me lo pasé, suerte que tus humedades traían algo de alegría a las cuatro paredes de mi casa...y suerte de tus visitas, y de las llamadas de teléfono. Tú no te olvidas de mí, no como otra, que me ha dado plantón esta mañana.
-Qué bien, pero tranquila vecina. Para que no lleguemos tarde al trabajo, podremos ponernos juntas en la misma ducha y a la misma hora... ¿qué te parece? Y mientras yo te quito la legaña, tú me quitas la mía...
-Tres urras!! Ip Ip...urraaaaa! Ip Ip...uuu..
-Pero vecina!!! ya no estás lacia, estás loca! No sé qué es peor.
-Da igual, todo se arregla con humedades.
-¿Y qué? No vas a invitarme a cenar?
-Me lo has quitado de la boca...nos iremos al restaurante con velas.
-Te mereces un gran beso de vecina. Mañana me pongo ropita mona y te pico al interfono.
-Sí
-Ala, pues adiós.

1 comentari:

La vecina exultante ha dit...

Jaja, que bones les veïnes viperines!!! Ens assemblem una mica, però nosaltres no som tan dolentes, ens fem petonets, ens arreglem les humitats, ens convidem a les cases que tenim repartides pel món...

Por cierto, lo de ducharnos juntas me parece muy buena idea, así ahorramos tiempo y agua, y lo de quitarnos las legañitas también. Si es que tienes unas ideas...vecina.
No me gustaba verte tan atribulada, te merecías un trabajillo, pero tengo la sensación de que ahora tendrás muchas cosas que hacer y llegarás a casa extenuada. Cuando lo necesites, puedo pasarme por tu casa y te preparo la cena, te hago la compra, la colada...lo que quieras, ya sabes, que para eso estamos las vecinas.